Es normal que los hermanos se peleen entre sí. Además de pasar mucho tiempo juntos, lo hacen desde el momento en el que nace el segundo hijo, por lo que juntos tienen que aprender a compartir, no solo sus juguetes, sino la atención de sus padres.

Los padres deben entender que los hermanos se peleen (muchas veces las peleas empiezan como un juego) pero deben de poner un límite, y establecer en qué punto se ha de cortar.

  • ERRORES TÍPICOS DE LOS PADRES EN LAS PELEAS


Los padres no deben de caer en la trampa de pensar que por el hecho que dos hermanos se peleen sea uno el bueno y otro el malo. Aunque hay niños más problemáticos que otros, lo habitual es que las riñas vengan por parte de los dos y que se estén molestando mutuamente.

Por eso no se debe caer en el error de “etiquetar” a los niños, como si el ser malo fuese algo inherente en el niño, algo que no se puede cambiar. De esta forma sólo conseguirás que el niño se habitúe al adjetivo y que lo viva como “yo soy así, y por tanto no lo voy a cambiar”. No le estás dando la oportunidad al niño de que cambie su conducta para demostrar que se puede portar bien.

 

  • ¿QUÉ PUEDES HACER PARA QUE NO SE PELEEN TANTO?


Debes observar, tanto a tus hijos (para ver que están haciendo), como a ti mismo (¿cómo actúas como padre o madre?). Los padres no deben intentar saber qué es lo que ha pasado en una riña, pues así entran a formar parte de la pelea.

Los hermanos tienen que aprender a estar juntos y a no pelearse, les quedan muchos años de convivencia, así que cuanto antes aprendan mejor. Los padres pueden favorecer ese aprendizaje. Así les tendrás que explicar que no se pueden pelear, y que tienen que aprender a arreglar las cosas ellos solos.

Ante una pelea, establecerás el momento de entrar en escena cuando empiecen a gritar, a pegarse o a insultar, pero ahí no hay que intentar saber qué es lo que ha pasado, pues de esa forma entramos a formar parte de su pelea.

Debes decirles, que como no se pelea, no quieres saber qué ha pasado y que les vas a separar un rato (el tiempo dependerá de la edad de los niños, con los más pequeños, cinco minutos pueden bastar), porque nos han demostrado que no saben estar juntos. Cuando hayan pasado los cinco minutos establecidos, dejas que reinicien el juego o la actividad que estaban realizando, para darles la oportunidad de volver a portarse bien y estar juntos.

  • ¿SE DEBE CASTIGAR A LOS HIJOS CUANDO SE PELEAN?


Si previamente has observado la conducta de tus hijos y qué es lo que la motiva, te darás cuenta que en ocasiones los niños van buscando llamar nuestra atención, aunque sea de forma negativa, que el adulto se pare, deje lo que está haciendo y conseguir atención extra. Es por eso que en estos casos lo mejor es utilizar la extinción de este comportamiento a través del refuerzo.

Entre los psicólogos, se considera “refuerzo” a cualquier consecuencia positiva, y ojo, no nos equivoquemos con premios materiales, el mejor refuerzo para los niños, es la atención de sus padres. Se trata de estar con ellos y reforzarles y premiarles mientras juegan juntos tranquilamente, comparten sus cosas y, en definitiva, se porten bien.

Fuente: Psicólogos 4YOU, de blogs.elconfidencial.com